Laurisilva

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RAMON LEZ

jueves, 15 de diciembre de 2011

INAUGURADA GALERIA FERNANDEZ-BRASO

La pintura y la escultura tienen un nuevo espacio en la galería de arte Fernández-Braso en Madrid. Se trata de un escenario de 400 metros cuadrados que nace de la fusión de la experiencia de Miguel Fernández?Braso y las ideas jóvenes e innovadoras de sus tres hijos que colaboran con él en las otras dos galerías que ya posee la familia, Juan Gris y Rayuela. Esta saga familiar de profesionales y amantes del arte convertirán a esta nueva galería en el espacio artístico de referencia de Madrid.
En 1980 Miguel Fernández?Braso fundó su primera galería: Juan Gris, desde la que desarrolló una constante actividad orientada a difundir el arte español contemporáneo, sin olvidar a los jóvenes y rescatando artistas interesantes injustamente olvidados. En 2001 la galería Juan Gris fue galardonada con la Medalla de Oro de Artesantander por una trayectoria ejemplar en la difusión el arte.
La nueva galería es la culminación de cuatro décadas de experiencia en el mundo del arte. Se buscaba un escenario donde la gente se sintiese cómoda para disfrutar de las creaciones, fruto de la observación a lo largo de los años de cómo la gente sentía el arte.
Ya desde la calle nos llama la atención una entrada con la primera obra de arte: el logotipo de Fernández?Braso, creado por un pintor de vanguardia. Nada más entrar a la galería por una rampa que parece dar paso a un museo, impresionan los amplios espacios, grandes ventanales al patio de manzana y esa disposición circular alrededor del almacén, que curiosamente constituye la parte central de esta galería.
Se prestó mucha atención a los detalles: el suelo de roble natural, en tabla ancha, la carpintería en nogal, ejecutada con manos artesanas, y los elementos decorativos, que se integran en la arquitectura para crear un ambiente acogedor, en el que la familia Fernández?Braso, parece abrir las puertas de su casa.
La nueva galería Fernández-Braso inicia su andadura con la exposición Palazuelo, la línea que sueña, con obra original del artista madrileño, comisariada por Alfonso de la Torre. A Miguel Fernández?Braso le unía una amistad personal con Palazuelo con el que colaboró en diversas publicaciones.

Pablo Palazuelo (1915?2007) es un artista reconocido, con el prestigio de una obra plena, rica en su diversidad, que no supo de concesiones ni atajos comerciales. Su obra es muy original y personal, apartada de las tendencias generales en las que se inscriben el resto de los artistas de su generación.
La muestra reúne una selección de obras de Palazuelo que reflejan muy bien el lento, reflexivo, incluso tortuoso proceso de su trabajo. Para él, el artista no crea de la nada, descubre, desvela formas que nunca son definitivas y que a su vez nacen de la transformación de otras formas, geometrías cargadas de energía con un poder de expansión infinito y donde el color es también forma y vibración de la energía.
En la exposición, que podrá ser visitada del 16 de diciembre al 18 de febrero del 2012, se puede contemplar pintura, escultura y dibujo constituyendo una muestra muy representativa de la obra de Palazuelo.

sábado, 9 de julio de 2011

PINTURA FIGURATIVA Y ARTE DIGITAL

La Sala de la Muralla del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) acoge hasta el próximo 28 de agosto un viaje por las nuevas tendencias de los jóvenes creadores a través de la exposición de 53 obras, seleccionadas entre las más de 700 que se han presentado a la última edición de los Premios Bancaja. Pintura figurativa, esculturas que dejan de copiar a los maestros y arte digital fotográfico centran las propuestas del certamen de este año. Toda una radiografía de «lo que se está haciendo en el mundo del arte hoy en día» que desvela cómo en la pintura la figuración va ganando terreno al arte conceptual, según la comisaria Sally Radic, que presentó ayer la muestra junto a la directora gerente del IVAM, Consuelo Císcar, y el vicepresidente de la Fundación Bancaja, Vicente Montensinos, como organizadores de estos galardones.
Artistas de todo el mundo se han presentado a esta convocatoria, fruto de un convenio de colaboración entre la Fundación Bancaja y el IVAM, una línea de trabajo en común que según Montesinos «va a continuar igual» a pesar de la integración de Bancaja en Bankia.
El primer premio de pintura ha sido para Marc Prat Condina por la obra «Obertura I» y el accésit para Roberto Coromina por «359»; en escultura ha recaido en Ascensión González por «Vértigo» y el accésit en José Luis Maldonado por «Río-pan»; mientras que el galardón en arte digital se lo ha llevado Manuel Alcaide por «AEQUUS B7» y el accésit Juan Zurita por «P 1740».

viernes, 27 de mayo de 2011

MUERTE DE LEONORA CARRINGTON


La pintora Leonora Carrington ha fallecido de una neumonía en un hospital de la ciudad de México a los 94 años. La surrealista Carrington convivió con nombres como André Breton, Pablo Picasso, Max Ernst, Salvador Dalí, Octavio Paz, Remedios Varo, Luis Buñuel y Joan Miró. Nacida en una familia de industriales textiles en Lancashire, Reino Unido, en 1917, vivía en el país norteamericano desde hace casi 70 años. La joven Leonora pasó por varias escuelas religiosas, pero no encajó en ninguna por su espíritu rebelde. Carrington estaba casada con Imre Weisz, fotógrafo de origen húngaro, con quien tuvo dos hijos.
Antes, la pintora y también escritora sostuvo una relación amorosa con Max Ernst (1891-1976), quien la llevó a vivir tres años a París, donde participó en 1938 en una magna exposición con otras figuras del movimiento. Poco después, los nazis invaden Francia y el pintor alemán es detenido y trasladado a un campo de concentración. Entonces ella, desesperada, huyó a España primero y luego a Lisboa, ciudad en la que conocería a un escritor mexicano, Renato Leduc, con quien se desposó y marchó a vivir a México en 1941. Solo dos años después se divorciaron.
La escritora Elena Poniatowska, su amiga durante más de 50 años, ganó hace unos meses el premio Biblioteca Breve 2011 de Seix Barral con un libro sobre la vida de la artista titulado Leonora. Cuando publicó su libro, Poniatowska -que la consideraba tan grande como Frida Kahlo- dijo que "a Leonora no le interesaba nada de lo que se escribía sobre ella". Incluso dudaba que su amiga fuera a leer la obr. La escritora contaba que a Carrington, cuando le hacían un homenaje, "la mataban" porque "la subían a un estrado", le hablaban de Max Ernst, "un tema del que ella está superaburrida", y encima no la dejaban fumar.
Solitaria y reservada
Mujer solitaria y muy reservada, Carrington le contó a su amiga vivencias aterradoras, como cuando ingresó en un manicomio en Santander porque había perdido la cabeza a raíz de que su amor, Max Ernst, fuera detenido en Francia y trasladado a un campo de concentración. Ella llegó a alquilar un apartamento cerca del campo de concentración para poder visitarlo.
"La novia del viento", como la llamaba Ernst, logró "desarrollar su lenguaje pictórico, determinado por diversos temas como el mito céltico, el simbolismo alquímico, el gnosticismo, la cábala, la psicología junguiana y el budismo tibetano", publicó en 2003 la revista Artstudio Magazine.
De ella dijo el Nobel mexicano Octavio Paz que era "un personaje delirante, maravilloso", "un poema que camina, que sonríe, que de repente abre una sombrilla que se convierte en un pájaro que se convierte después en pescado y desaparece", informa Efe.
Algunas de sus obras más conocidas son The Inn of the Dawn Horse (autorretrato), 1936-37; Green Tea, 1942; Temptation of St. Anthony, 1946; And Then We Saw the Daughter of the Minotaure, 1953; The Magus Zoroaster Meeting his Own Image in the Garden (Brothers in Babylone), 1960, y March Sunday, 1990. Mientras que entre sus libros destacan La Casa del miedo, Memoria oval, Memorias de abajo, La puerta de piedra, El séptimo caballo y La trompeta acústica.
Entre otros reconocimientos, la reina Isabel de Inglaterra la condecoró con la Orden del Imperio Británico. En 2005, cuando estaba a punto de cumplir 90 años, declaro: "La idea de pintar o escribir algo surge así nomás, como cocinar o coser algo. Es un momento y ya, viene de manera natural".
El pasado abril, en la apertura de una exposición de figuras de bronce de Carrington, su hijo Gabriel Weisz dijo que "hay un pensamiento sagrado que nada tiene que ver con la religión, ese pensamiento es el que brota en la pintura de Leonora. Es un sagrado invento que se acerca a la pasión de sentir y al descubrimiento de un ojo nuevo, el que tenemos escondido y hasta olvidado", según publicó La Jornada

domingo, 1 de mayo de 2011

FELICIDADES MAMA

Mamá, vista por cuarenta grandes de la pintura
Juliet Heslewood ha recogido en el libro ‘Cuarenta grandes artistas retratan a sus madres’ (Editorial Blume) pinturas y dibujos que figuras como Van Gogh, Picasso o Durero hicieron de sus progenitoras.
PILAR MANZANARES
Dicen que madre no hay más que una, aunque sea la del cordero. Por supuesto, no hablaremos aquí de nuestras madres, sino de otras que por el arte de sus hijos se conservan en pinacotecas del mundo entero. No se escandalicen, hablamos solo de sus retratos, aquellos para los que con paciencia posaron sin percibir sueldo alguno.
Rara vez son pintadas jóvenes y a menudo aparecen como viudas, como bien señala Juliet Heslewood, autora del libro Cuarenta grandes artistas retratan a sus madres, que acaba de publicar la Editorial Blume. No es raro, dado que ni los pintores eran niños cuando manejaban con arte sus pinceles ni los 40 años de ahora se corresponden con los de antaño. Como buenos hijos, y a pesar del realismo de la mayoría de los rostros pintados, los artistas mostraban una tendencia a elevar la escala social de sus madres, algo que casi siempre lograban a través de los ropajes.
Un ejemplo es el del pintor ruso Alexey Venetsianov, que alcanzó una gran popularidad por sus imágenes de campesinos rusos, pero que «retrató a su propia madre luciendo sedas de colores relucientes y el tocado de una mujer que, gracias a su hijo, había alcanzado una posición social más elevada que la que tenía al nacer», señala Heslewood. Durero decía que el retrato «conserva el aspecto de la persona después de su muerte» y dibujó a su progenitora unos meses antes de que falleciera, con su rostro enjuto, huesudo, lleno de arrugas y con unos ojos que miran fijos a ninguna parte.
No obstante, hay algún retrato en el que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, como el Retrato de la madre del artista que Juan Gris pintó en 1912 y en el que, fruto del cubismo, su progenitora se convierte en una bella serie de planos cruzados en tonos marrones y grises.
Vincent van Gogh y Paul Gauguin, los dos únicos miembros de una comunidad de artistas que «el loco del pelo rojo» quiso crear en Arlés, al sur de Francia, coincidieron en pintar a sus madres a partir de unas fotografías. Pero sin ceñirse a aquellas imágenes tan grises. Así, el primero decidió pintar a Anna Cornelia van Gogh-Carbentus como la veía en su memoria, destacada sobre un fondo verde. Ese mismo año, ella volvía a estar presente en Recuerdos del jardín de Etten, del que Van Gogh decía: «El uso deliberado del color, el violeta oscuro teñido con el amarillo limón de las dalias, me sugiere la personalidad de mi madre».
Por su parte, Alime Marie-Chazal, hija de la célebre feminista Flora Tristán y niña de la que Georges Sand escribió que poseía «el aspecto de un ángel», se convirtió, en el retrato que Gauguin le dedicó, en una mujer de labios gruesos y nariz ancha por el deseo del artista de hacer hincapié en su ascendencia peruana.
Elizabeth Aubert, hija de un torero, es la mujer que cose tranquila mientras escucha a su hija Marie en el lienzo Muchacha al piano. Una mujer que en 1839 dio a luz a sus dos bebés, Paul y Matie, antes de casarse con el padre, Louis-Auguste Cézanne, con quien había mantenido una relación secreta. Una madre que siempre confió en que su hijo Paul tendría éxito, a pesar de las dudas de su marido, incapaz de entender que una persona pudiera trabajar con otra intención que no fuera la de hacerse rico. Un fiel apoyo que, junto a su hija, consiguió convencer al esposo de que Cézanne no estaba hecho para las Leyes, sino para estudiar pintura en París.
El mismo apoyo prestó Adèle Zoë Tapié de Céleyran, condesa de Toulouse-Lautrec, a su vástago Henri, aquejado de serias discapacidades físicas. En los retratos de su madre se nota la especial sensibilidad que hacia ella sentía. «La condesa Adéle aparece con los párpados pesados, mirando hacia abajo. El motivo, en algunos casos, es que posaba mientras leía», observa Heslewood.
Y de su madre, María Picasso López, tomó su nombre artístico Pablo Ruiz. Contaba doña María que la primera palabra del genio malagueño fue «piz», de «lápiz», quizás por eso ni ella ni su padre, profesor de dibujo, pudieron disuadirle de convertirse en artista. Su madre fue la primera de las muchas mujeres que posarían para sus pinturas.
Sencilla, con ojos amables y abundante cabello, solo un rasgo disgustaba a su hijo: «Doña María era de baja estatura (se dice que a Picasso le avergonzaba que, sentada, los pies no le llegaban al suelo). No obstante la viuda del artista, Jacqueline, afirmó que, aunque a él le incomodaba el aspecto poco agraciado de su madre ambos tenían una relación llana, cuenta Heslewood.

jueves, 14 de abril de 2011

Joan Miró en Tate Modern de Londres


La muestra alberga 150 piezas, algunas de ellas cedidas por museos y colecciones de varios países y reunidas por primera vez. El título está tomado de un cuadro de gran tensión que Miró pintó en París en 1940, con las tropas nazis a punto de entrar en la ciudad.

En The Ladder of Scape -organizada por la Tate y la Fundació Joan Miró- hay un intento de contextualizar la obra del artista y su respuesta ética a los momentos históricos que marcaron su vida: la identidad catalana, la República y la dictadura franquista.

Miró reflejaba los turbulentos tiempos políticos que le toco vivirLos organizadores destacan que el precursor del expresionismo abstracto tenía, pese a sus festivas explosiones de color y fromas, un lado "ansioso" que le hacía "reflejar los turbulentos tiempos políticos que le toco vivir".

Su residencia casi muda en Palma de Mallorca desde 1956 es presentada como un "exilio interior" no desprovisto de compromiso.

De esta etapa están presentes en la exposición de Londres los cuadros quemados que refieren al estallido social de mayo de 1968 y el sobrecogedor tríptico La esperanza del condenado a muerte (1973), dedicado al anarquista Salvador Puig Antich, ejecutado a garrote vil por el régimen franquista.

Hasta el 11 de septiembre, cuando se clausure de The Ladder of Space en la Tate Modern, el museo organiza el ciclo de cine From Ecstasy to Rapture: 50 Years of the Other Spanish Cinema (Del éxtasis al embeleso: 50 años del otro cine español), dedicado a películas experimentales, y otro sobre el director Pere Portabella.

La exposición vendrá a Barcelona en octubre. En 2012 está programada en la National Gallery of Art de Washington (EE UU).

martes, 29 de marzo de 2011

INFO EN PUNTO

El plazo de inscripción del XXXVII Premio Bancaja de Pintura, Escultura y Arte Digital 2011 se abre el 29 de marzo y se cierra el 8 de abril. Cada participante, de cualquier nacionalidad, puede concurrir a una sola de las tres disciplinas, Pintura, Escultura y Arte Digital. Deberá cumplimentar el boletín de inscripción que se encuentra en la web. En el boletín se detallará en cuál disciplina desea presentarse. Sólo es válido si toda la información (boletín y archivos adjuntos) está escrita en uno de los 3 idiomas: español, valenciano e inglés.

Se debe incluir una fotografía de la obra para las modalidades de Pintura y Arte Digital y como máximo tres fotografías en la modalidad Escultura, formato JPG o PNG y tamaño máximo 256 kb A 1024 kb. Un documento de Word con breve explicación de la obra y su montaje con un máximo de 5.000 caracteres. Y currículo del artista con un máximo de 10.000 caracteres. Una vez recibidas las inscripciones, se procederá a seleccionar las obras; se comunicará el resultado y los artistas seleccionados harán llegar los originales de sus obras del 19 al 29 de abril al Centro Cultural Bancaja, Plaza de Tetuán 23, Valencia, CP 46003. Con las obras seleccionadas y premiadas se realizará una exposición en el IVAM.

Las obras presentadas deberán ser inéditas y originales, no premiadas en otros certámenes. Pinturas con medidas entre 65 y 200 cm en cualquiera de sus lados, sin enmarcar y con bastidor. Esculturas cuyas medidas no excedan de 200 x 120 x 120 cm ni pesen más de 200 kilos, realizadas en material definitivo. Arte Digital con medidas no inferiores a 65 cm ni mayores a 200 en cualquiera de sus lados. Se presentarán en soporte auto sostenible, no virtual, y no se aceptan soportes magnéticos (vídeos) ni digitales (CD-Rom, Web, etc.)

Para cada modalidad -Pintura, Escultura y Arte Digital- se establece un premio dotado con 12.000 euros y un accésit de 6.000.

sábado, 26 de marzo de 2011

INFORMACION

Exposición de Pérez Pizarro. La Lonja de Alicante acoge hasta el 22 de mayo la mayor exposición del artista alicantino Pérez Pizarro, desconocido para muchos alicantinos pero recordado ayer como uno de los precursores del arte abstracto en Alicante.
A. PRADO
Como ya sucedió con uno de sus contemporáneos, Emilio Varela, Alicante salda una deuda con otro de sus artistas olvidados, Pérez Pizarro (1911-1964), del que ayer se inauguró en la Lonja del Pescado de Alicante una exposición con 75 de sus obras, alrededor de un tercio de la producción de este artista al que se le reconoció ayer como un referente de la pintura abstracta del siglo XX.
En un acto abarrotado de familiares y de amigos de la familia Pérez Pizarro, el comisario de la muestra, Eduardo Lastres, argumentó la importancia de sacar a la luz la obra pictórica del artista, fallecido a los 53 años, a la que "le ha faltado visibilidad , ha sido un pintor olvidado y fuera del alcance de la ciudadanía, algo que es una constante de nuestra cultura".
En la muestra -en la que Guillermina Perales ha colaborado en el estudio sobre su vida y su trayectoria- se exponen 25 obras figurativas y 50 abstractas, su lado más subrayado por los expertos: "Pérez Pizarro quiso ser abstracto", apuntó Lastres, quien se refirió a su vivencia durante la guerra civil española para justificar su abstracción, "buscó su libertad a través de una obra intemporal con la voluntad de abstraerse de la realidad cruda de la posguerra".
Tomás Martínez Blasco destacó la obra "de un pintor humilde que estaba trabajando en lo más in, que se adelantó 30 años a su tiempo" y el también experto Lorenzo Hernández Guardiola analizó el tiempo que le tocó vivir y "cómo rompió con el neofigurativismo y la pintura patriótica del franquismo para situarse a la vanguardia española".
En nombre de la familia Pérez-Poveda, el mayor de sus nietos, Bernardo, agradeció que con esta muestra se valore a su abuelo "en su justa medida, frente al olvido y la incomprensión". "Crecer con sus cuadros era pensar que todo era posible, nos enseñó a pensar en grande, a romper moldes, en vez de ir por el camino fácil", recordó el nieto, que confió en que "una parte de Pérez Pizarro os acompañe para siempre a partir de ahora".
La directora territorial de Cultura, Concha Sirvent, manifestó ayer que esta es una muestra "muy esperada por los alicantinos" que sirve de reconocimiento y homenaje a un autor "que introdujo la abstracción en Alicante y que estuvo muy vinculado con la ciudad y con sus intelectuales".
La muestra permanecerá dos meses en La Lonja y ha sido posible gracias a la colaboración del Consorcio de Museos y el Ayuntamiento de Alicante, cuyo concejal de Cultura, Miguel Valor, agradeció a los familiares del artista haber cedido gran parte de los cuadros para la exposición.